A través de la escritura y dibujos de nuestros hijos, podemos descubrir cuales son las características emocionales y personales que les limitan en su día a día. Sus puntos fuertes y débiles.
Podemos ayudarles si tuviesen un problema como la hiperactividad, timidez, inseguridad, miedos, falta de atención, etc. y todo ello trabajando con una técnica amena y sencilla que ellos puedan comprender y entender, utilizando el dibujo y la escritura, y con tan sólo 15 minutos al día.
Mejora la disgrafia, la autoestima, la asimilación de conocimientos, la memoria y el desorden, refuerza los hábitos de estudios, canaliza las distracciones, reduce la agresividad, trastornos de conducta, obsesiones, etc.